Obesidad: Riesgo de padecer asma

Por: Jhorlet Sánchez Miranda

Actualmente la obesidad y el asma son enfermedades crónicas de la infancia en gran parte del mundo, el aumento en la incidencia de la obesidad y paralelamente el aumento del  asma ha llevado al planteamiento si ambos padecimientos pudieran estar relacionados.
Los estudios que hasta el momento se han hecho no son concluyentes en la relación entre ambos padecimientos pero hasta lo que ahora se sabe es que estas enfermedades tienen un componente inflamatorio importante. Estudios han demostrado que la adiposidad abdominal puede conducir a un estado de hiperreactividad de las vías respiratorias a través de la producción de marcadores proinflamatorios (leptina, IL6 y TNF-alfa), alteraciones en la mecánica de la respiración y disminución en marcadores antiinflamatorios que asociarían a la obesidad como un factor de riesgo para padecer asma.   Varios estudios han demostrado  comorbilidades asociadas al sobrepeso u obesidad  que pueden empeorar o incluso imitar las características del asma, lo que lleva a un diagnóstico erróneo y con ello un mal manejo terapéutico. Dentro de las múltiples premisas de la relación entre ambas enfermedades destacan la disminución o falta de respuesta al broncodilatador en pacientes obesos contra sujetos delgados y de que  la ingesta de corticoesteroides orales aumentaban el riesgo de padecer sobrepeso en un paciente asmático con un IMC dentro de valores normales sin embargo hay discrepancia entre los diversos estudios por lo cual aún no se han confirmado dichas relaciones.
Recientemente se ha descrito un nuevo fenotipo “asma obesa” caracterizado por un asma grave con múltiples exacerbaciones y un peor control en los síntomas. El fenotipo anterior se puede dividir en dos tipos uno de  aparición temprano antes de los 12 años el cual tiene un componente atópico que se caracteriza por infiltración eosinofílica  y otro que es de inicio tardío que carece de características atópicas y que no es dependiente de una respuesta de Th2.
Hasta ahora  falta una mejor comprensión en el mecanismo del nuevo fenotipo, la asociación entre la obesidad y el asma así como  el papel de la vitamina D, todo esto para mejorar las estrategias terapéuticas actuales. Por lo pronto se hace énfasis en mejorar los hábitos alimenticios así como aumentar la actividad física para un mejor control del peso así como del asma.




Referencia: Lorenza Di Genova, Laura Penta, Anna Biscarini, Giuseppe Di Cara, Susanna Esposito. Children with Obesity and Asthma: Which Are the Best Options for Their Management? Nutrients. 2018 Nov; 10(11): 1634. [PubMed]

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