Apomorfina como nuevo tratamiento en la Enfermedad de Parkinson
Por: Jade Belén Hidalgo López
La enfermedad de
Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, que se caracteriza por la
pérdida progresiva de neuronas dopaminérgicas. Clínicamente se presenta por acinesia o lentitud de los movimientos, temblor en estado de reposo, rigidez y resistencia
al movimiento, por lo que ha sido clásicamente considerada y
estudiada como un
trastorno motor.
Actualmente no
existe cura pero es posible contar con diferentes tratamientos que
permiten aliviar algunos de sus síntomas y enlentecer su curso.
En 2018, los
avances en la investigación de la enfermedad de Parkinson produjeron mejores criterios de diagnóstico y
proporcionaron pruebas de los efectos de algunos tratamientos, tanto antiguos
como nuevos de acuerdo con la revista Nature. Uno de los nuevos medicamentos es
la Apomorfina, un derivado sintético de la morfina, utilizado como prototipo de agonista
dopaminérgico. El efecto de este medicamento se demostró con éxito en un ensayo
doble ciego controlado de 106 pacientes
asignados al azar para recibir medicación vía oral o subcutánea o el uso de un placebo.
Como resultado se observó que se redujo significativamente el tiempo de
inactividad motora en casi 2 horas después de 3 meses de tratamiento, y aumentó
el tiempo de activación sin discinesias en la misma cantidad. La salud funcional, medida por MDS-UPDRS II
(escala unificada de la enfermedad de Parkinson, que evalúa actividades de la vida
diaria, salud mental, conductual, evaluación motora y complicaciones), también
mejoró en el grupo de apomorfina, pero no se detectó ninguna diferencia en la
calidad de vida.
Este estudio
muestra que la apomorfina subcutánea continua tiene un efecto clínicamente
relevante, que enriquece las opciones para el tratamiento de pacientes con enfermedad
de Parkinson avanzada.
Referencia: Deuschl
G, de Bie R. New therapeutic developments for Parkinson
disease. Nature. 2019; 15(2): 68-69.
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